
El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, ha ofrecido la ponencia “Soberanía española de Ceuta y Melilla en el contexto de las relaciones España-Marruecos” ante profesores, doctorados y alumnos de posgrado interesados en la realidad política y económica de la ciudad. El presidente ha desgranado ante los asistentes el estado de las relaciones con el país vecino, la situación de Melilla respecto a la Unión Europea o las singularidades de la ciudad.
Marruecos
De Castro ha remarcado la españolidad de las ciudades de Ceuta y Melilla, “un hecho indiscutible en cualquiera de sus observaciones: histórica, jurídica, cultural, social y política”. Durante la ponencia, el presidente ha reivindicado que no existe ningún debate que cuestione la pertenencia de las ciudades a España.
Sin embargo, el reino de Marruecos “de manera periódica, reincidente e incluso alevosa, ahonda en su estrategia de expansión territorial con declaraciones que cuestionan la integridad y la pertenencia de Ceuta y Melilla a España”, ha indicado De Castro. En este sentido, el líder del Ejecutivo ha repasado los numerosos y variados ordenamientos jurídicos, alianzas, convenios, tratados firmados por España y todos ellos ratifican que Ceuta y Melilla “son parte íntegra, indivisible e irrenunciable del territorio español”. Así pues, el presidente ha relatado que en los 525 años de españolidad de la ciudad de Melilla esta nunca ha estado bajo control marroquí.
Del mismo modo, España ha contado con el respaldo de Naciones Unidas ante las demandas alauitas que vinculaban Ceuta y Melilla como territorios pendientes de descolonización. En esta línea, De Castro ha valorado que “nuestra narrativa es la de propia Historia y que la historia de Melilla va sujeta a la de España”. Pese a todo, Marruecos ha forzado las relaciones entre ambos estados mediante “conflictos artificiales desde hace muchos años”, ha explicado De Castro mediante una enumeración cronológica de las afrentas del país vecino, entre las que ha destacado el cierre unilateral de la frontera y de la aduana comercial.
Además, el presidente se ha mostrado muy contundente rechazando actuaciones concretas: “No se puede consentir, ni por parte de España ni de Europa, que Marruecos utilice a menores como arma arrojadiza. Así lo condenó el Parlamento Europeo”. De Castro ha reclamado unas relaciones entre ambos países que estén acompañadas “del cumplimiento de los acuerdos, del derecho internacional y por el respeto a la integridad territorial de la otra parte. En definitiva, todo debe basarse en una buena vecindad basada en la reciprocidad”.
Unión Europea
La situación de Melilla invita a que el Estado escuche y atienda las demandas de Melilla. Por ello, De Castro ha defendido que la ciudad “debe obtener una representación institucional en Europa”. En su intervención, el presidente ha explicado las diversas alternativas a las que Melilla podría acogerse para alcanzar este objetivo:
– La primera responde a las nueve regiones ultraperiféricas que reconoce el articulo 359 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE). Pese que Melilla no está reconocida en esta categoría, “es evidente que presenta una problemática análoga” a aquellas que sí están incluidas.
– Una segunda vía, por la que apuesta el presidente, se encuentra en el artículo 174 del TFUE que señala el deber de la UE de reducir las diferencias entre los niveles de desarrollo de las diversas regiones que presenten desventajas como el de ser zonas transfronterizas o insulares. Un precepto que, como ha valorado De Castro, Melilla posee.
Asimismo, De Castro ha considerado fundamental lograr que Ceuta y Melilla formen parte del Comité Europeo de las Regiones. El presidente ha relatado las diferentes gestiones mantenidas en el último año en el seno de la UE para que Melilla se dé a conocer en las instituciones comunitarias. Gracias a ese trabajo se logró la visita a la ciudad de miembros del Comité de las Regiones que comprobaron de primera mano la situación de Melilla.