
Desde primera hora de la mañana de este domingo se desarrolla en la localidad palmera de Los Llanos de Aridane la XXVI Conferencia de Presidentes en la que, junto con Su Majestad El Rey, los máximos representantes del Gobierno de España y otros líderes autonómicos participan y en la que el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, forma parte.
Tras los saludos, recibimientos y foto de familia que se han desarrollado a las puertas del Museo Arqueológico Benahoarita de la localidad, a las 11 de la mañana (hora local) se ha iniciado el plenario de trabajo, que se prolongará hasta las 16:00 horas, cuando den comienzo las comparecencias ante los medios de comunicación.
Entre los asuntos previstos en el orden del día de esta XXVI Conferencia se encuentran la valoración económica y social y estado de ejecución de los Fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia; la situación sanitaria derivada de la pandemia ocasionada por el COVID-19; la cooperación de emergencias en Protección Civil; o el acuerdo de un plan de cooperación para la respuesta al impacto de la guerra en Ucrania.
Además, se tratarán otros asuntos de trámite como el seguimiento y aplicación de los asuntos tratados la última Conferencia ordinaria de Presidentes (celebrada el 17 de enero de 2017) o la modificación del reglamento de la Conferencia de Presidentes, así como ruegos y preguntas.
La Conferencia de Presidentes, creada en 2004, es el órgano de máximo nivel político de cooperación multilateral entre el Estado y las 17 comunidades autónomas y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, tiene por finalidad debatir y adoptar acuerdos sobre asuntos de especial relevancia para el sistema autonómico.
La elección de la isla de La Palma para esta XXVI edición tiene su origen en la intención de visibilizar el apoyo de todas las instituciones del Estado a la población canaria que sufrió los efectos de la erupción volcánica del Cumbre Vieja que se inició el pasado 19 de septiembre, expulsando 159 millones de metros cúbicos de magma y cenizas. La llegada al mar de la lava modificó la complexión física de la isla en 43 hectáreas.
El volcán se mantuvo activo durante 85 días, hasta el 13 de diciembre de 2021, y el Instituto Geográfico Nacional dio por finalizada la erupción el 25 de diciembre. Actualmente, la isla se encuentra en proceso de reconstrucción de todas las zonas afectadas por la erupción volcánica.